Toda acción de intervención exitosa requiere de planificación previa. Debemos abrazar un sueño, expresar una intención y luego establecer una acción a realizar. Todos los usuarios y participantes de las actividades de intervención necesitamos que se trace una ruta de avance. Sobre eso luego actuaremos. La improvisación nos distrae de la meta.
Toda acción de intervención exitosa requiere de preparación. Una vez que decidimos una ruta de acción, debemos establecer con qué y cómo lo haremos, habrá personas, situaciones, lugares, horarios que nos ayudarán a alcanzar estas metas. Cuando no tenemos estos elementos de apoyo nuestras acciones serán incompletas o fuera de tiempo.
Toda acción de intervención exitosa requiere de líderes que actúen con convicción y seguridad. Un líder es quien señala el camino a seguir, aunque se cometan errores siempre podrá ir haciendo cambios en el camino, pero esta persona estará dispuesta a pagar el precio de avanzar. El líder es quien deberá decidir qué cortar, qué tomar y qué dejar.
Toda acción de intervención exitosa requiere del uso eficiente de los recursos disponibles. Ningún líder de proyecto podrá decir en general que cuenta con todo el tiempo, el dinero o las energías que requiere para ejecutar un proyecto. Tendrá entonces que optimizar el uso de los recursos disponibles para lograr la meta que se ha propuesto. El secreto estará en intencionar correctamente sus acciones y dar prioridad a lo importante.